martes, 27 de octubre de 2015

HISTORIA YOGUICA DEL AGUILA EN EL GALLINERO


 

Tras dejar su nido en busca de comida para alimentar a las crías que pronto debían salir de los huevos, mamá águila echó a volar sobre el valle, a la espera de encontrar algún suculento insecto que poder cazar.

Mientras tanto, uno de los huevos impulsado por el viento, salió despedido rodando montaña abajo y fue a detenerse justo en la falda de la montaña. Por algún extraño misterio del ciclo de la vida, el huevo no sólo no se rompió, sino que el granjero que lo encontró, lo colocó junto a los otros huevos que mamá gallina estaba empollando.

Desde aquel día, mamá águila buscaba desesperadamente el huevo que le faltaba sin encontrarlo por ningún lado. Pensando que algún animal se había apoderado de él, lo dio por perdido y muy triste se dirigió a cuidar de sus ya nacidos aguiluchos.

Cuando los polluelos nacieron, mamá gallina miraba extrañada a uno de sus polluelos por ser muy diferente a los demás, pero enseguida le cogió cariño y empezó a mimarlo como a los otros.

Pasó el tiempo. Un buen día, mamá águila buscando qué cazar, le pareció observar algo extraño en una de las granjas cercanas a su nido y decidió acercarse para verlo más de cerca.

Cuando llegó a escasos metros del gallinero, quedó asombrada ante lo que estaba viendo. Un águila como ella estaba jugando con las gallinas en lugar de cazarlas o dedicarse a volar y disfrutar de su majestuosidad como reina del cielo.

Indignada por aquel hecho que tan bajo dejaba el honor de las águilas, bajó en picado hacia el gallinero dispuesta a solucionar el problema. Tan pronto las gallinas la vieron acercarse, corrieron despavoridas a ocultarse en la granja, pero el águila del corral, que nunca había visto a ninguna ave volar de forma tan majestuosa como aquella, decidió quedarse para saber de quién se podía tratar.


– ¡Oh, qué maravilloso sería poder volar como esa ave!, ¡qué feliz sería de tan solo poder hacerlo aunque fuera una sola vez!

Tan pronto mamá águila posó sus garras en el suelo, el águila se le acercó asombrada y le preguntó quién era y cómo había podido aprender a volar así:

– ¿quién eres…? ¿Puedo aprender a volar como tú…? Dime, dime, ¿puedes enseñarme?

– Pero ¿qué dices?, -respondió mamá águila enfadada, al tiempo que no salía de su asombro.

– Acaso no ves que eres un águila como yo… nada tengo que enseñarte, tu instinto es suficiente para hacerte volar como yo.

El águila no entendía nada de lo que oía y como toda respuesta se limitó a exclamar:

– kokoroco… kokoroco… yo soy una gallina… kokoroco soy una gallina y las gallinas no sabemos volar.
– Cómo que eres una gallina, tú eres un águila, la reina del cielo, como yo, -le contestó mamá águila-, y prosiguió añadiendo:

– No ves que tienes grandes garras y pico como yo, son de águila y no de gallina…

Por un momento el águila se fijó en sus garras y pico y en las del ave recién llegada limitándose a exclamar:

– Kokoroco, soy una gallina con garras y pico de águila, kokoroco…

Lo que oía todavía indignaba más a mamá águila. Irritada volvió a dirigirse a aquella estúpida águila con un tono elevado. –No eres una gallina, eres un águila… un águila, acaso las gallinas tienen estas alas tan grandes…

Mientras el águila miraba extasiada cómo aquella hermosa ave extendía sus grandes y poderosas alas y contemplaba las suyas, volvió a exclamar…

– Pero dime, si soy un águila… ¿qué hago aquí viviendo con las gallinas y sin volar como un águila? ¿qué hago viviendo entre el lodo y suciedad de este gallinero, comiendo gusanos y maíz, en lugar de volar libre por el cielo y cazar lo que me apetezca? No creo nada de lo que me dices.

– No lo sé, -contestó mamá águila- eso es un misterio para mí, pero curiosamente, pasa igual que con los humanos. Los observo desde lo alto. Muchos viven como gallinas, temerosos y apegados a sus cosas, esclavos de su propia ignorancia, que les lleva a vivir como gusanos postrados en tierra, sin utilizar su inteligencia y capacidades internas que les convertirían en los reyes de la creación…

Dicho esto, mamá águila emprendió el vuelo, alejándose de aquella estúpida e ignorante águila, que a pesar de haber sido creada y dotada para volar y ser la reina de las aves y del cielo quedó atrapada en su pequeña visión del mundo.

En mi opinión, todos somos “águilas”. Muchas fuerzas nos impulsan a que se nos haga difícil reconocer nuestro  potencial infinito y quedamos atrapados en la ilusión de Maya, sordos a las enseñanzas de los maestros y sordos a nuestra fuente de sabiduría interior . Hoy puedes decidirte a  volar! Puedes -si quieres- empezar a volar y a conquistar tus más altas metas, porque si no estás contento con lo que vives o haces entonces, por que continuas donde estás? No te quedes escarbando la tierra de los apegos materiales como el águila- gallina. Atrévete! . Si crees en ti, si tienes sueños, un corazón valiente, una excelente visión del futuro e inquebrantables ganas de lograr lo que deseas; entonces definitivamente eres un triunfador. Eres un águila y no una gallina!

 

Con mis mejores deseos de Bienestar para tu vida.
 
Amalia Shakti
YOGA VIDA SALUDABLE

viernes, 2 de octubre de 2015

8 COSAS QUE HEMOS DE EVITAR HACER EN UNA CLASE DE YOGA




En el artículo anterior vimos un resumen sobre aquellas inquietudes y preguntas más habituales que se plantean los principiantes el la práctica de yoga. En este quisiera completar la información tratando el tema del "protocolo" a seguir en las clases. Cuáles son los errores más comunes y las cosas que nunca se deben hacer en una clase de Yoga. 

Por suerte, el Yoga y sus beneficios  se están popularizando en Occidente.  Sin embargo, no por esto, hemos de olvidar que una clase de Yoga no es una clase de estiramientos, de gimnasia o cualquier otro tipo de actividad deportiva. El Yoga, es mucho más que un ejercicio físico. Se trata de una práctica de autoconocimiento milenaria, donde el papel de las asanas o posturas es solo el primer peldaño de la escalera del Yoga. El yoga es una práctica espiritual y quien quiera evitar reconocer esta parte no está practicando yoga cuyo significado es  unión del cuerpo la mente y el espíritu, unión de la conciencia  individual  con la conciencia  Global.

Muchas veces profesores y alumnos de yoga sufrimos la falta de etiqueta de algunos practicantes. A veces, sobre todo al principio, todos cometemos este tipo de errores, y en ocasiones es solo por desconocimiento de lo que son las normas no escritas de la práctica de Yoga. Así que si estás empezando a practicar, tal vez te interese leer estas 8 cosas que hemos de evitar  hacer en una clase de Yoga:


1.   Llegar tarde.
Respetar el horario de comienzo de una clase de yoga es MUY IMPORTANTE. Infórmate bien de a qué hora empieza la sesión y trata de estar en la sala  diez minutos antes del comienzo de la sesión. Normalmente, las clases de Yoga se inician con una toma de conciencia y un mantra protector y de sintonía con la sabiduría del linaje antiguo del yoga. En ese momento de conexión con  el momento presente, de desconectar de la vida cotidiana y enfocarnos en lo que vamos a hacer hemos de respetar a los compañeros que están concentrándose y evitando que la puerta  se abra,  se escuchen pasos, se sienta el ajetreo de la persona por incorporarse cuanto antes al grupo, se escuchen los golpes de las esterillas contra el suelo,  etc., así es inevitable distraerse y perder la concentración. Así que si de verdad un día no puedes evitarlo y debes llegar unos minutos tarde, recuerda entrar en la sala con la máxima discreción posible y si están cantando el mantra de inicio ó en la meditación inicial espera sin moverse al momento en que los alumnos se muevan  evitando así prácticamente ser percibido por los demás.

2. Entrar en la zona de práctica con zapatos y con bolsas y objetos no relativos a la práctica.
Es recomendable quitarse los zapatos antes de entrar a clase y dejar mochilas, botellas, teléfonos y objetos en un lugar alejado de la zona de práctica, bien en el vestuario o en el lugar habilitado para colocar las pertenencias. Tratamos de mantener el  lugar de la práctica lo más despejado  posible por razones, físicas, mentales y energéticas. 

3. Dejarse  el móvil encendido.
Al practicar Yoga tratamos de mantenernos en estado meditativo y desconectado de todo lo externo. Para ello es necesario DESCONECTAR EL MÓVIL.




4. El uso de perfumes fuertes.
En Yoga practicamos descalzos, muy cerca unos de otros.  Es fundamental que observemos determinadas reglas básicas de higiene. Las aulas de Yoga son espacios cerrados, a veces no demasiado grandes. Un olor demasiado fuerte puede resultar muy desagradable.

5. Dar conversación a tu vecino de esterilla.
Hay un momento  y un lugar para cada cosa, y para charlar  es mejor que esperes a estar fuera de la sala de yoga ó  en el club social. Trata de concentrarte en tu práctica desde el momento en que extiendes tu esterilla y no esperes a que llegue el profesor a poner orden en clase como en la escuela para comenzar. Lo ideal es aprovechar los minutos previos a la clase para tumbarte en savasana y relajarte previamente a la práctica.  El Yoga es un espacio de silencio, donde lo único que nos interesa escuchar es nuestra voz interior. La misión del profesor es guiarte a través de sus palabras y al principio y final de la clase podrás dirigirte a él si tienes alguna inquietud relativa a tu práctica.

6. Mirar, competir o corregir a otros alumnos.
Durante tu sesión de Yoga, concéntrate en tu práctica. No mires lo que están haciendo otros alumnos. No importa si tu vecino consigue o no poner la pierna detrás de la cabeza. No has de  sentirte frustrado por lo que otros hacen y tú todavía no. Tampoco debes intentar exhibirte o presumir; estos son comportamientos movidos por el ego. El Yoga es un viaje individual, un camino que cada uno recorre desde donde se encuentra. No nos juzgamos a nosotros mismos ni juzgamos a los demás. El profesor se ocupará de las correcciones en el momento adecuado.

7. Invadir el espacio de práctica de los demás alumnos
Para muchos practicantes, su esterilla es un espacio sagrado, porque es en ella donde realizan un trabajo no solo físico sino, y sobre todo, espiritual. Por ello es importante que tratemos de no pisar las alfombrillas de otros al desplazarnos por la clase al inicio y fin de la sesión, porque ello puede ser interpretado como una falta de respeto.

8. Ocupar más  espacio de lo necesario en la sala de yoga.
Una práctica de yoga grupal es diferente que la práctica personal o una sesión de yoga privada. Si bien es cierto que en las clases de yoga nos centramos en nuestra propia practica sin compararnos con el compañero, hemos de ser conscientes de que estamos trabajando en grupo y la energía ha de fluir de modo conjunto, por lo tanto, las esterillas de yoga marcan nuestro espacio personal y  han de colocarse ordenadamente de forma armónica y con una distancia equitativa y no excesiva, generalmente a un palmo una de otra. El maestro o profesor te puede guiar a este respecto si tienes dudas.
El yoga nos enseña que la salud radiante, la Paz interior  y la felicidad son nuestro derecho de nacimiento. En ese sentido, el yoga es una liberación de los condicionamientos mentales que nos han alejado de nuestra verdadera naturaleza y aunque no existen normas dogmáticas si existen normas no escritas basadas en el respeto y en los valores de equilibrio y  armonía universal que despiertan nuestra naturaleza verdadera de Amor y Unión.




Con mis mayores deseos de Armonía, Paz y Éxito en tu vida y práctica de Yoga.

Amalia Shakti

YOGA VIDA SALUDABLE




PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LAS CLASES DE YOGA: ¿QUE ESPERAR? ¿QUE DEBO HACER?








Algunas personas creen que el yoga es una moda repentina pero la verdad es que es una tradición de más de 5000 años. Tan sólo una parte del yoga son las posturas. El yoga trabaja el cuerpo para llegar a la mente y a nuestro ser superior, o "espíritu". Se trata de un método de desarrollo integral que incluye como práctica fundamental la meditación, los ejercicios de respiración, la relajación, el pensamiento positivo, la atención al momento presente, la auto-conciencia y la vida ética.

Algunas   de las preguntas más frecuentes que se plantean los estudiantes son:

 ¿Para qué sirve el Yoga?

Hacemos yoga por distintas razones:  Para hacer un ejercicio físico que no sea duro para mi cuerpo pero que me ayude a estar en forma, tener más vitalidad, regular mi peso, ganar fuerza física y elasticidad. Para reducir el estrés o la ansiedad. Para sentirme bien con mi cuerpo y aceptarme como soy sin sacarme tantos defectos. Para aumentar la concentración, la memoria y las facultades mentales. Para tratar problemas de salud a nivel musculo-esquelético, orgánico y nervioso. Para conservar una buena salud general. Para dormir mejor y evitar el insomnio y las malas noches. Para corregir el dolor de espalda. Por curiosidad. Para que me ayude a estar sereno en momentos de cambio o dificultad. Para superar la depresión. Para superar temores y traumas. Para aumentar la pasión por la vida. Para tener mayor autoestima. Para darle sentido a mi vida. Para crecer interiormente. Para ser más ético, mejor persona, más libre y más valiente, más humano y más feliz. Para sentirme mejor cada día…y podríamos continuar y continuar…pero seguro que alguno de estos motivos no te resulta del todo desconocido…Desde luego en mi resuenan muchos de ellos….
 


 



¿Puedo hacer yoga si no estoy delgado/a?

 El yoga es para cualquier tipo de cuerpo. Lo mejor del yoga es que no tienes que ser nada diferente a lo que eres. Precisamente, una de sus mayores lecciones es liberarnos del “deber ser” que tanto nos atormenta y nos muestra que somos bellos, únicos y que tenemos todo lo que necesitamos para sentirnos plenos. Se trata de honrar tu cuerpo, aceptarlo tal como es, y cuidarlo para que pueda tener una salud radiante. Lo mismo sucede con todo tu ser. El yoga no compara. El yoga no juzga, sólo ama y celebra. Habrá posturas fáciles y otras más difíciles. Hasta donde lleguemos está bien porque cada uno es diferente.

 

¿El yoga puede ayudarme a perder peso?

Definitivamente la práctica te ayudará enormemente si sientes que no tienes la “figura ideal”. La práctica habitual del yoga regula el metabolismo. Tendrás un cuerpo más saludable y tonificado, por lo cual te verás mejor. Además, el yoga nos lleva a un estado de equilibrio interior donde los buenos hábitos de vida se producen de manera casi espontánea, eliminando los hábitos poco saludables de alimentación, sustituyéndolos por hábitos más saludables y esto se traduce en una pérdida de peso. Pero más importante todavía. El yoga nos ayuda a cambiar los ojos con los que nos vemos porque nos hace sentirnos bien con nosotros mismos y nos ayuda a dejar de ver la realidad distorsionada.

 ¿Cómo me preparo para hacer Yoga?

La preparación para el yoga, es muy sencilla. Sólo necesitas estar dispuesto a hacer una pausa completa en tu vida por un periodo de tiempo. Lo que diferencia al yoga en esencia, de otras actividades físicas, es que nuestra mente está completamente presente en lo que estás haciendo. Prepárate para no estar disponible y para tener conciencia plena. Si estás pensando en algo más, estás dejando ir lo más valioso que tiene.

 

Para participar de una clase de yoga llega con tiempo para sintonizarte con el ambiente, hacer tu inscripción, preguntar lo que necesites al profesor o informarle de si tienes algún tipo de dolencia, condición especifica o tratamiento, cambiarte, prepararte y posicionarte. Diez minutos antes del comienzo de la sesión es lo recomendable para preparare y desconectar de todo lo externo y a su vez para no interrumpir la concentración de los compañeros al inicio de la sesión.

Es importante no tener el estómago lleno ante de la practica por lo que es recomendable no comer dos horas antes de la práctica.

 
 

¿Qué me pongo?

La regla principal para en la indumentaria de yoga es comodidad. Prefiere ropa suelta o al cuerpo, pero en un material que te permita completa libertad de movimiento. Los colores claros y el blanco son una buena elección y una camiseta y un pantalón cómodos son la mejor opción. No le des mucha relevancia a tu indumentaria. La liberación comienza por ahí. El yoga es maravilloso y nos enseña a regresar a lo simple y de desprendernos de la necesidad de comprar y  tener de forma inconsciente. El yoga se practica con los pies descalzos para estar con los pies firmes sobre la tierra. Puedes traer calcetines para moverte por la sala de yoga.

¿Qué llevo?

Para el yoga no se necesita prácticamente nada además de tu presencia física y mental y una esterilla de yoga antideslizante, un cojín opcional.  Generalmente las clases acaban con  una relajación final donde la temperatura del cuerpo baja, así que ten a la mano una prenda de abrigo o mantita.

Para la práctica de yoga se recomienda que los practicantes tengan su propia esterilla, que le “acompañe” a las clases y en su práctica personal, y a final, se llene con la energía de la práctica convirtiéndose en un santuario. Las mías las tengo ya desde hace  años, las llevo conmigo a todos los cursos y seminarios que hago, incluso fuera de España, las utilizo para dar las clases y para mi práctica personal.

Para los principiantes es importante saber que cualquiera esterilla no vale, la más común – la de camping que suele tener mucha gente en principio, para yoga no vale, y puede incluso ser peligrosa a la hora de realizar las posturas de pie que requieren equilibrio, buen agarre de la planta de pie y buen agarre de la colchoneta en el suelo –  una esterilla antideslizante es lo más conveniente.


¿Qué pasa si tengo menos flexibilidad o conocimientos de yoga que mis compañeros de clase?
 
Nadie te va a juzgar en clase si no eres muy flexible, si aún no controlas tu equilibrio, y si no tienes una postura perfecta además de una gran experiencia. ¡Estás comenzando! Y estás aquí para aprender. Nadie ha comenzado sabiendo. Yo soy profesora, pero me considero ante todo estudiante y aprendiz.  El yoga es un camino y no una meta. Es un constante aprendizaje y el parloteo mental y las autocriticas van a desaparecer de tu mente si te haces consciente de que nadie te está mirando. Todo el que está en clase ha venido para conectar con el estado Yoga y hacer su práctica. Cada persona tiene más que de sobra con concentrarse en las instrucciones de la profesora o profesor, conectar con su respiración, relajarse conscientemente y mirar hacia adentro. Tu mente te puede decir que haces el ridículo delante de todos ¡A nadie le importa lo que tú estás haciendo y cómo lo haces! Mi labor como profesora es enseñarte y transmitirte el conocimiento del yoga además de comprobar que haces los ejercicios de yoga y asanas correctamente dentro de tus posibilidades y capacidades. Yo no te voy a juzgar nunca sólo me importa que tu aprendizaje sea correcto y que te sientas bien.
 
No te avergüences de ser principiante, y procura aprender todas las pautas básicas del yoga. Nadie mejor que tu conoce tus capacidades y limitaciones. Si tienes una lesión o alguna otra condición física específica que puede afectar a tu práctica, díselo a tu profesor o profesora, pero se tú el/ la responsable de tu cuerpo. Nadie mejor que tú sabe lo que realmente puedes y no puedes hacer sin dolor o molestias.
 
Si te sientes frustrado/a o descontento/a con los límites de tu forma física, recuerda que tienes la gran oportunidad ahora mismo de estar practicando yoga, y que estás ya en el camino para mejorar tu condición física y mental. El yogui avanzado no es aquel que hace posturas imposibles, ese es un gimnasta ó contorsionista. El practicante avanzado en el yoga es aquel que vive el momento presente con agradecimiento por lo que es y que permite que los beneficios de la práctica vayan asentándose mediante una actitud de atención y humildad. ¡Ahí es cuando llega la recompensa!
 
Ten en cuenta que:
 
En yoga es fundamental que cada postura se haga de una manera consciente y no mecánica, poniendo atención a tu cuerpo, al lugar que estás trabajando e intentando relajar las partes que tengas tensionadas. El yoga es un ejercicio de auto observación.
 
En yoga se pone especial atención en la respiración y siempre se inhala y exhala por la nariz, a menos que se especifique lo contrario (hay excepciones). Un componente central del yoga es el pranayama, pues el prana es nada más y nada menos que nuestra energía vital.
 
Las posturas, la flexibilidad, la fuerza, la energía todo eso se va dando como una consecuencia del yoga. Sólo necesitas apertura y buena actitud. Poco a poco verás que tu cuerpo se relaja y se estira cuando tu mente esté relajada.
 
Lo mejor que tiene el yoga es que cada uno hace lo que puede, porque el yoga no es un objetivo, sino un camino. Tu cuerpo debe estar relajado pero activo, igual que tu mente que está tranquila pero muy aguda y despierta. Esfuérzate, pero sin extenuarte; si te cansas, para y descansa en una postura de relajación. Si algo te duele, deja de hacerlo. El principio esencial del yoga es ahimsa: no-violencia. Esto vale en pensamiento, sentimiento y acción. El yoga nos ayuda a ser más conscientes de nuestros procesos interiores.
 
La práctica del yoga la realizamos en silencio, apagamos los teléfonos móviles antes del comienzo de la clase, respetamos la concentración de los demás. El yoga busca limpiar nuestra mente de ruido, nuestro cuerpo de toxinas y tensiones, nuestro corazón de emociones negativas. Nos quitamos los zapatos para respetar dicha pulcritud y tenemos nuestra zona de practica despejada de objetos para que la energía fluya y nuestra mente se desapegue de cosas innecesarias. El yoga nos enseña la importancia del trato con amor. El respeto y la compasión por los demás seres y por nosotros mismos son los principios esenciales del yoga.
 
Esperando que estas sugerencias sean de ayuda e interés. Te deseo una maravillosa práctica de Yoga.
 
Namasté
Amalia Shakti
YOGA VIDA SALUDABLE